miércoles, junio 11, 2008

La sospechosa explosión de la calle 33


Minutos después de la bomba en la calle 33 con carrera Sexta en Bogotá, pudimos llegar para ver lo que estaba ocurriendo. Extrañamente, esa noche, pocos minutos después de la explosión, la versión de los testigos señalaba que había sido una bomba, pero cuando llegó el General Palomino al lugar de los acontecimientos, la versión cambió muy rápidamente, sin investigaciones técnicas, a que la causa de la explosión había sido una "pipeta de gas dentro de una de las casas había ocasionado un incendio que empujó la puerta hacia el exterior".

Raro porque los que estábamos afuera no olíamos a gas no veíamos llamas. Tan es así que los bomberos llegaron, pero no se movilizaron a apagar el supuesto incendio. Casi 20 horas después, las autoridades admitieron que era un atentado.



La diferencia en las versiones deja mucho campo a la especulación. La primera que se me ocurre es que al principio se pensó en minimizar los efectos en la opinión que podría tener la detonación, aunque sea accidental, de un petardo. El gobierno de Uribe viene insistiendo copiosamente en el argumento de que las Farc están disminuidas, desarticuladas. En ese escenario, un 'Alfonso Cano' tendría que demostrarle a su numerosa tropa en todo el país que eso no es cierto y que bajo su liderazgo, las Farc no claudicarían. Por otra parte, el talante político que se le adjudica a 'Cano' podría interpretarse por un amplio sector de la guerrilla como síntoma de debilidad por lo que el nuevo jefe tendría que demostrar con violencia que él también sabe echar plomo como el 'Mono Jojoy', líder del ala militarista de las Farc.

En ese orden de ideas, las milicias urbanas en todo el país pudieron recibir la orden a través de un correo humano de hacer algo, cualquier cosa, sin mayores pretensiones ni objetivos que los de hacer ruido, un ruido que atemorice y que deje claro que con la muerte de 'Tirofijo' no morían también las acciones en el campo de la guerra.

En el otro extremo de las posibilidades cabe la teoría conspiracionista de los falsos positivos. Si la acción fue un simple accidente industrial en una fábrica de telas ¿por qué no decir que es un "atentado terrorista" con el fin de justificar mayores medidas en favor de la Seguridad Democrática?

La segunda es una posibilidad más macabra teniendo en cuenta que si la explosión de la calle 33 está asociada con el ataque con dos cohetes a la estación de Policía en Suba, 24 horas después, significaría que este ataque tuvo en sus planes atacar a sus propios hombres, sin importar sus vidas.

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