miércoles, septiembre 19, 2012

¿Por qué esperar para probar el Mercedes-Benz Clase B?



Hace unos días tuve la oportunidad de probar el Mercedes-Benz Clase B, un carro que tiene el propósito de ser el vehículo de entrada para lo que la marca llama la nueva generación de profesionales, de compradores que buscan un vehículo de lujo a un precio asequible.


Normalmente las marcas me llaman para probar vehículos precisamente no porque sea un experto sino porque tengo el coctel de apreciaciones estándar de un usuario promedio. Aquí les muestro algunas cosas que me llamaron la atención.

Lo primero es que tiene una aceleración que me sorprendió bastante. Aunque ando en mi carrito que tiene 240 caballos de fuerza (lo cual creo que no es despreciable), este Clase B tiene 'apenas' 156, pero la verdad es que cuando se hundió el acelerador sentí los bríos de todo el establo... Mucha fuerza con respuesta muy rápida. Los 1.600 cm3 resultan muy eficientes para mover esa carrocería que no parece liviana.

El baúl es generoso, con las sillas traseras replegadas se tiene un volumen inmenso; "fúnebre", como diría un amigo para referirse al extenso espacio interior

Adentro, la sensación es que se está dentro de un Mercedes-Benz por pequeños detalles de lujo en el equipamiento, pero de todas formas el vehículo es vestido con artefactos de corte deportivo. Las salidas del aire acondicionado evocan el espíritu de la marca y dan la sensación de emanar un poderoso torrente de aire fresco.

El volante, forrado en fino cuero, tiene controles para hacer de la experiencia de audio todo un acontecimiento al permitir control no solo sobre los dispositivos de audio sino sobre auxiliares como la conexión Bluetooth para usar el teléfono móvil.

Todo esto se conecta muy bien con la pantalla de 14,7 cm. para integrar telefonía radio y audio del CD.

Pero sin duda alguna, lo mejor que tiene este modelo es la tecnología para ahorrar en el consumo de gasolina. Cuando el vehículo está en un semáforo, por ejemplo, y el pie están hundido en el freno, un silencio abrumador se hace evidente dentro de la cabina. El motor queda prácticamente apagado y la aguja de la velocidad se clava en el cero absoluto. Se siente como si no hubiese consumo de energía en ese instante, lo cual solo es desmentido porque el radio o el aire siguen encendidos.

Mejor aún resulta la rápida reacción del motor cuando el pie se levanta del freno y se siente como si el motor resucitara en un reflejo de Lázaro. Eso le abona puntos con todos los ecologistas y con quienes invierten en un Mercedes-Benz pero no por ello descuidan el bolsillo en el momento del consumo diario de combustible.

Puntos a mejorar: Justamente la pantalla podría aprovecharse mejor; el marco es muy ancho y sus formas un poco retro para mi gusto. La sensación interior de bunker puede gustarle a algunos y a otros no tanto; eso se potencia con las ventanas laterales que quedan un poco altas frente a la altura de la silla, pero repito, eso es cuestión de gustos.

En definitiva, el Clase B 200 es un equipo que va a dar la pelea en un segmento muy competido, con prestaciones similares, pero con menos bonos a favor en el manejo ecológico y en un atributo que a la larga pesa mucho en la reputación, el ego y la fuerza emocional: La marca. Por eso hoy mcuhos de esos profesionales en el target de Mercedes-Benz se preguntan ¿Por qué esperar?

Para más información sobre este carro, pueden entrar aquí: bit.ly/RHkHNx. Les comparto un video caserito:










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