Otra vez, miles de padres verán en el 2007 como las matrículas de los colegios de sus hijos aumentarán -por lo menos- el 5,5%. Ayer el Ministerio de Educación Nacional dijo que este aumento solo podrán hacerlo las instituciones privadas que, de acuerdo con un proceso de autoevaluación, tengan la clasificación de libertad regulada y vigilada.
Y allí está el quiebre: la autoevaluación. Dudo bastante de la honestidad de la mayoría de colegios a la hora de hacer esa autoevaluación. Se valdrán de todas las artimañas para afirmar que tienen "las mejores condiciones de calidad en infraestructura, docentes y procesos administrativos", criterios para poder acceder a ese aumento. Y las Secretarías locales o regionales de educación pasarán de largo. Pobres padres de familia.
En Colombia el mejor negocio, más que la comida y la industria del sexo, es la educación y tener un colegio privado es el inicio de una riqueza ascendente. Y no es solo el colegio. A la institución, los propeitarios tienen la inteligencia de agregar toda la cadena de proveedores como obligatorios y la mayoría de eas firmas pertenece a los mismos dueños del colegio. Así las cosas, el colegio es dueño de la empresa que hace los "uniformes oficiales", de la única librería que vende los textos importados; el colegio inventa que los estudiantes de primaria necesitan unos "kits didácticos" que solo ellos producen... Cada "salida pegagógica" es otra oportunidad para cobrar por el transporte y una comisión sobre las entradas a museos o parques porque al estudiante le cobran la tarifa plena, aunque se sabe que los museos otorgan tarifas preferenciales para grupos de colegios.
Y aún así se quejan. Hay muchos colegios bandidos que merecen ser investigados plenamente por las autoridades, sin dilación.
Y allí está el quiebre: la autoevaluación. Dudo bastante de la honestidad de la mayoría de colegios a la hora de hacer esa autoevaluación. Se valdrán de todas las artimañas para afirmar que tienen "las mejores condiciones de calidad en infraestructura, docentes y procesos administrativos", criterios para poder acceder a ese aumento. Y las Secretarías locales o regionales de educación pasarán de largo. Pobres padres de familia.
En Colombia el mejor negocio, más que la comida y la industria del sexo, es la educación y tener un colegio privado es el inicio de una riqueza ascendente. Y no es solo el colegio. A la institución, los propeitarios tienen la inteligencia de agregar toda la cadena de proveedores como obligatorios y la mayoría de eas firmas pertenece a los mismos dueños del colegio. Así las cosas, el colegio es dueño de la empresa que hace los "uniformes oficiales", de la única librería que vende los textos importados; el colegio inventa que los estudiantes de primaria necesitan unos "kits didácticos" que solo ellos producen... Cada "salida pegagógica" es otra oportunidad para cobrar por el transporte y una comisión sobre las entradas a museos o parques porque al estudiante le cobran la tarifa plena, aunque se sabe que los museos otorgan tarifas preferenciales para grupos de colegios.
Y aún así se quejan. Hay muchos colegios bandidos que merecen ser investigados plenamente por las autoridades, sin dilación.
4 comentarios:
Desconozco el sistema educativo coombiano, peo parece evidente que deben existir una serie de controles que garanticen no sólo la honestidad de la institución sino el correcto funcionamiento.
Uno: Lo ironico es que en el papel hay muchos controles pero los colegios o la gente se los saltan. Hecha la ley, hecha la trampa. Hay demasiados interes en las partes como para dejar que la educacion, como tal, sea para todos.
Dos: Victor, chevere que reinaugures este blog.
Saludos,
Como los que recaudan el pago del Icfes y no lo consigan entonces sus alumnos se quedan colgados de la brocha y no pueden presentarlo en la fecha que debían...
Hola Ottinger: Los controles están, pero son frágiles, conveniente y arbitrariamente mal reglamentados.
Hola Juana: Juana Nos confirma lo que acabo de comentar. Gracias por tus buenos deseos.
Hola Mauricio: Ese es otro caso de corrupción lamentable. Gracias por citarlo.
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